Psicología Clínica Familia

La terapia de familia permite relacionar al individuo con su círculo más inmediato y condicionante: el núcleo familiar. Cada individuo crece y se configura en el seno de un núcleo familiar concreto en el que cada uno de sus miembros puede influir en el resto de manera positiva o negativa. Si la relación es positiva, el sujeto alcanzará un correcto grado de maduración y desarrollo físico y mental. En caso contrario, los problemas no tardarán en hacerse evidentes.

La familia no es un conjunto estático sino que por el contrario se encuentra en constante proceso de cambio. Los miembros que la integran, sufren modificaciones en su conducta que afectan inevitablemente al resto de la unidad. Conseguir restablecer el equilibrio y superar los cambios y las crisis requiere de ayuda profesional especializada.

La visita al psicólogo no implica la existencia de un desorden mental. Un correcto asesoramiento profesional ayuda a enfocar y resolver conflictos desde un punto de vista objetivo y profesional.

Terapia de familia

Las crisis familiares pueden provenir por infinidad de circunstancias: infidelidad en la pareja, perder el empleo, un embarazo no deseado, el abandono del hogar familiar por parte de los hijos, mudanzas, traslados laborales, etc. La palabra crisis no tiene por qué tener una connotación necesariamente adversa. Atravesar una crisis es algo difícil sin duda, pero también supone una gran oportunidad para afrontar cambios y comenzar de nuevo.

Principales áreas de intervención en terapia familiar

Mediación en Procesos de Separación y Divorcio

La separación o divorcio no siempre se produce de común acuerdo. En caso de conflicto, la mediación de un profesional ayuda a limar asperezas y alcanzar acuerdos en beneficio de la ex pareja y de los hijos en común.

Terapia Padres-Hijos Separados

Las consecuencias de la separación pueden ser devastadoras para padres e hijos, con especial incidencia en el caso de ruptura de parejas con hijos adolescentes conflictivos.

Orientación e Intervención en Conflictos Familiares

El mejor modo de solucionar un conflicto familiar es recurrir a la ayuda de profesionales cualificados y con experiencia en este tipo de casos.

Las terapias de familia tienen una triple finalidad:

  • Confrontar a los diferentes miembros de la familia en un entorno relajado y favorable.
  • Dotarlos de recursos para que sean capaces de resolver por si mismos los problemas que les afectan
  • Conocer e influir en las relaciones entre los diferentes miembros para que desaparezca el motivo que les enfrenta.

El terapeuta familiar será el encargado de crear un ambiente propicio para que los integrantes del grupo puedan escucharse los unos a los otros, brindará una opinión ajena al conflicto (y por tanto neutral), proporcionará puntos de vista y nuevos elementos que ayudarán a resolver el problema:

Una asistencia adecuada, realizada por profesionales cualificados, permite analizar los comportamientos, determinar las causas del problema y encontrar la solución más idónea.

Para que la terapia sea eficaz será necesario contar con la participación abierta y activa de cada uno de los miembros de la familia.